No se perciben demasiados motivos por los que los bancos centrales puedan querer aumentar tipos


Esto es lo que nos comenta el experto Efrén Arroyo en respuesta a las preguntas que le dirigimos desde FXMAG. Conoce más detalles acerca de la situación actual del mercado:
Los bancos centrales de EEUU y Europa se encuentran en una encrucijada de tal calibre que comienzan a percibir las tasas de inflación inferiores al 10% anual, como una “indeseable magnífica noticia”.
Es indeseable ya que el control de la inflación es el principal argumento de su existencia, por tanto una inflación superior al 3% es indeseable por cuanto implica incidir negligentemente sobre la economía.
No olvidemos que el FTSE ha vuelto a máximos históricos desde la pasada semana.. https://t.co/KIwRZHecoc #example #demo
— MásQueTrading ® (@MasQueTrading) February 14, 2023
Si además el mercado sigue absorbiendo la emisión de los bonos de deuda pública estatal, aun asumiendo perdidas debido a que el rendimiento de los mismos ahora pagan unos tipos de interés muy por debajo de las tasas de inflación reales y oficiales, lo cierto es que no se perciben demasiados motivos por los que los bancos centrales puedan querer aumentar tipos.
Un incremento de tipos implicaría pagar más rendimientos, ralentizar una economía ya de por sí muy lastrada y matar la gallina de los huevos de oro que es la propia inflación y que realmente es la que está manteniendo a flote el sistema actual.
Es más, podríamos apostar que si comenzamos a ver que la inflación disminuye hacia valores cercanos al 5% la narrativa se dirigirá hacia la necesidad de comenzar a abaratar el dinero.
Cuando queremos calcular los niveles de producción de una economía en términos cuantitativos, realmente debemos tener en cuanta solo dos factores, cuánto se produce y a qué precio.
Teniendo en cuenta estos dos factores, podemos decir que una economía crece tanto si aumenta su producción como si aumenta el precio de aquello que produce.
Por lo que también podemos deducir fácilmente, que una economía puede crecer abaratando costes y precios si ello le lleva a vender y producir más, o a producir menos si es capaz de generar productos más caros.
Estamos en el segundo caso. La economía británica se encuentra en un proceso de escalada de precios con tasas supriores al 6% desde hace más de un año, siendo la inflación interanual prevista para este mes de más del 10%.
Si combinamos este dato con la previsión de un tercer mes consecutivo de caída en las ventas minoristas, concluimos que la economía británica crece solo y exclusivamente por el aumento general de precios, y no por ser una economía que esté en pleno desarrollo de su capacidad productiva y exportadora.
El incremento general de precios hace que de igual manera, las grandes empresas que cotizan en el FTSE100 británico estén exultantes de optimismo al ver sus acciones en máximos históricos, produciéndose de esta forma un desacople total entre la economía especulativa y la real, donde tenemos inflación, estancamiento de la producción, desempleo, crisis, deudas, guerras, pandemias, etc. Y las bolsas en máximos.
Con o sin fundamento, la inflación esta bendecida, ya que a todos conviene excepto al que la paga.