El avance en la reducción del gas natural en el mix energético seguirán teniendo un efecto amortiguador sobre los precios


Los peores augurios no se han materializado y los precios han descendido un 80% desde el máximo de agosto. Entre los principales factores que han favorecido ese brusco abaratamiento encontramos, de una parte, el aumento de las importaciones de gas natural licuado (GNL), que facilitó el rápido crecimiento de las reservas de gas natural en gran parte de Europa, hasta un pico del 95% a comienzos de noviembre. Además, la demanda de gas europeo (para uso industrial y de hogares) se redujo un 12% en diciembre respecto a la media de los últimos cinco años, resultado de la optimización del uso energético, la puesta en marcha de fuentes de energía renovables y nucleares, y la meteorología más suave.
Con todo, y a pesar de la mejora de la confianza entre los inversores y los go - biernos europeos, 2023 no dejará de ser un año exigente. Y es que el reto de incrementar las reservas para el próximo invierno, con la menor contribución de Rusia,4 será clave en los precios del gas natural europeo.
Promete la CRE que a partir del domingo 12 de febrero, la CDMX y el Edomex tendrán un respiro, pues bajarán ligeramente los precios del gas LP.https://t.co/gjwSJxpYRr
— Ricardo Alemán (@RicardoAlemanMx) February 11, 2023
No obstante, la contención de la demanda europea, el aumento de la capacidad de regasificación en algunos países del norte de Europa y el avance en la reducción del gas natural en el mix energético seguirán teniendo un efecto amortiguador sobre los precios. De igual manera, expertos en el sector apuntan a que, si el invierno finaliza con el nivel de reservas de gas natural por encima del 50%, las perspectivas de aprovisionamiento para el invierno de 2023 se presentarán relativamente tranquilas.


Gráfico de los datos del gas natural a nivel de reservas de gas en Europa
Ante estas consideraciones, hemos revisado significativamente a la baja nuestras previsiones para el precio del gas natural, pero mantenemos una previsión (precio medio en 2023 de 113 euros/MWh para el TTF holandés) más conservadora que la que cotizan los mercados en este inicio del año. Además de los retos ya comentados, hay que tener en cuenta que aspectos como un adelanto en el proceso de recuperación de la actividad en China o un aumento de las restricciones en los flujos de suministros energéticos desde Rusia, además de introducir nuevas dosis de volatilidad, podrían alimentar la presión al alza en unos mercados ya de por sí tensionados.